Samhain es la fiesta del Año Nuevo Celta. El pueblo celta celebraba el final del año coincidiendo con la caída de las hojas, símbolo del inicio de la estación muerta del año (desde el punto de vista de la agricultura). Esta festividad duraba 3 días y 3 noches, en la luna llena que se produce a mitad del equinoccio de otoño (Mabon) y del solsticio de invierno (Yule), entre finales de octubre y primeros de noviembre.
Según las creencias celtas, el día de Samhain se abría un portal que permitía a los espíritus del pasado y ancestros regresar a la tierra, y sólo en esta fecha los espíritus podían caminar de nuevo entre los vivos. En esta festividad el pueblo celta celebraba rituales de prosperidad y felicidad por el inicio del año nuevo. Era usual dejar comida fuera de las casas y apagar por la noche todos los fuegos de los hogares para que el frío (la ausencia de luz) mantuviera a los espíritus alejados de las viviendas. En los rituales de Samhain, los celtas usaban máscaras y danzaban con ellas, para asustar a los espíritus. Las únicas hogueras eran las encendidas por los druidas en los bosques y colinas, y su objetivo era atraer a los espíritus fuera de las aldeas.
Junto a los robles, árbol sagrado, los druidas celebraban rituales en los que hablaban con los espíritus de los antepasados para guiarles hacia una vida inmortal. Algunas fuentes historiográficas sostienen que los druidas celtas realizaban sacrificios de sangre (animales e incluso personas), para adivinar el futuro y los designios del año nuevo que comenzaba. El pueblo celta creía que en la luna llena de Samhain, el velo entre el pasado y el futuro permitía el contacto entre ambos mundos, siendo el momento más propicio para las artes adivinatorias que eran practicadas por los druidas.
Al igual que otras fiestas paganas, la festividad celta de Samhain fue asociada por el cristianismo a la Víspera de Todos los Santos, festividad que en inglés se denomina Hallow’s Eve, de donde ha derivado el término de Halloween. El Papa Gregorio III instauró el 1 de noviembre como la fiesta de Todos los Mártires Cristianos, con el fin de desplazar la tradición pagana de Samhain y vincularla a rituales cristianos.
Con el tiempo la fiesta celta ha derivado en la fiesta de Halloween actual, propia del mundo anglosajón, donde se decoran las casas y perdura la tradición de disfrazarse. La comida tradicional (principalmente nabos) fue sustituida por las calabazas, siguiendo la tradición irlandesa. Fue precisamente la emigración irlandesa la que llevó esta festividad a EE. UU. desde donde se ha expandido al resto del mundo occidental. Pero también encontramos otras tradiciones similares a la fiesta celta. Por ejemplo en la cultura mexicana se conmemora el Día de los Muertos (2 de noviembre), siguiendo las tradiciones indígenas, donde la comida juega un papel fundamental en el regreso de los antepasados, al igual que sucedía en el mundo celta.